Ambos sabemos que no vas a leer esto. Quizá tardes un par de párrafos más, pero entonces cerrarás la ventana del blog y, simplemente, te pondrás a hacer otra cosa. Evidentemente, es culpa mía. Totalmente culpa mía.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Ésta también es tuya

No hemos escrito ninguna nueva historia. No hemos innovado ni en la forma de coincidir, ni en la de hablar, ni en la de despedirnos. Somos, como tantos, uno más uno, que no dos. Sólo somos dos cuando nos juntamos en la misma palabra. Hay montones de "nosotros", y todos acaban siendo escalofriantemente iguales. Yo soy de los que cambiaría su nosotros por nuestro nosotros. Que nos dejen escribir una historia, una de ésas que se pueda contar; nada de "holas" corrientes, silencios quebrados por besos de postal y despedidas frías.

Que al "hola" ya se le una una una sonrisa -la tuya, que será siempre más bonita-. Que te rías de mí, conmigo y contigo, que ya te he contado que me encanta. Que me arropes hasta en los agostos, porque suelo estar demasiado frío por dentro. Que me calles como sólo tú puedes, y que las despedidas duren hasta la próxima vez.  No quiero que seamos el "nosotros" estándar, el que vende, el de novela. Quiero que sin que nadie nos mire, envidien una presencia compartida.

Cualquier otra función a nuestro alrededor se acaba cuando somos dos, y nos quedamos con las palmas, mi tacto y tu olor. Te confesé mil veces que me ablandas, que me rompes, que me sueñas en mis noches absurdas, en las pesadillas necesarias que se esfuman cuando hemos compartido el alba.

Quiero cambiar mi mundo; sólo me hace falta la respuesta a un "¿te apuntas?".

http://www.youtube.com/watch?v=_7eD2Gy8uKg

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