Ambos sabemos que no vas a leer esto. Quizá tardes un par de párrafos más, pero entonces cerrarás la ventana del blog y, simplemente, te pondrás a hacer otra cosa. Evidentemente, es culpa mía. Totalmente culpa mía.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La felicidad no es un estado de ánimo

Para mí, hoy empieza una nueva etapa. Donde hubo una tristeza, aparece una alegría, o más si te descuidas. Los problemas se van solucionando; tan sólo hay que dejarles tiempo. Los ojos dejan de mirar hacia abajo; mi mirada se sitúa ahora afrontando el horizonte. El horizonte que yo elijo.

 Me he reconciliado con una vieja conocida: la soledad. Ha dejado de ser aplastante para convertirse en reconfortante, ahora que la veo menos. Se pueden hacer cantidad de cosas para ir matando las horas, aunque muchas veces con hacerles un rasguño sea suficiente.

Sonreír, gritar, saltar… Disfrutar de una manera que te ponga los pelos de punta, que haga que te sonrojes tan sólo de pensarlo, sin que haga falta un motivo para que te levantes. Te levantas porque tienes ganas de tu día. Tienes que dejar de habitar en tu cuerpo para poder empezar a aprovecharlo.

En definitiva, deja de perder el tiempo y empieza a vivir de una manera que te haga feliz. Porque la felicidad no es un estado de ánimo. Es lo que has de buscar en tu camino, porque los inconvenientes ya los encontrarás sin tener que buscarlos.

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